| Capítulo 14:***PESADILLA***
Me giré lentamente. No quería ver lo que me temía. Pero sí, era él con una sonrisa burlona en la cara.
-¿Yu? ¿Qué.....qué haces aquí...?-dije. -¿A quien quieres tú, Strify?-arqueó las cejas. -¿Cómo....? -Joder tío, llego aquí arriba y te veo gritando “te quiero”. Y estáis los dos solos. Así que ya me explicarás. -No....yo....-miré a Kiro. No sabía que decir-......es que.... -Es que Strify siempre había querido hacer eso aquí, y hoy cuando vinimos los tres le daba corte. En fin, chorradas de las suyas.- me salvó Kiro. -Ah. La verdad es que me das miedo eh Strify.- me miró con rareza. -La cuestión es que haces tu aquí. –hablé ya mas tranquilo. -Ah, es que os vi muy raros. Strify no hacía mas que buscar excusas para que no os acompañásemos. Y bueno, quise averiguar por mi cuenta y os seguí.- se encogió de hombros.
En mi interior estaba furioso. Quiero mucho a Yu, pero no soportaba esas cosas. Y menos en ese momento. Me había destrozado el plan por completo. Kiro se dio cuenta de que me había sentado fatal e intentó solucionarlo.
-¿Pero tú no ibas a ir a por tu última noche con las parisinas? -Ya, pero al final hemos decidido pasar esta última noche todos juntos. Va, no podéis decir que no, los chicos nos esperan abajo. + -¡¿Han venido todos?!-exclamé alarmado. -Si. -¡Perfecto!-dije irónico.
Kiro me puso una mano en el hombro como para tranquilizarme, pero yo le aparté. Mientras bajamos Yu y Kiro no dejaron de hablar. Al final pude olvidarme un poco de lo sucedido. Nos animamos y con la camara gravamos un montón de chorradas. A mi y a Yu nos encantaba hacer chorradas siempre, y Shin se nos unía de vez en cuando. Al regresar al hotel ya era muy tarde. Las tres para ser mas exactos. Me puse el pijama y cuando salí del baño, Kiro había unido las dos camas.
-Así tenemos mas espacio y seguimos durmiendo juntos.-explicó al ver mi sorpresa.
Yo me acerqué y me tumbé. Nos quedamos uno frente al otro mirándonos. Él pasó su mano por debajo de mis sábanas y me acarició la cintura, luego fue bajando poco a poco, pero le sujeté la mano y la devolví a su cama.
-¿Qué pasa? -Esta noche no. Es ya muy tarde. Es mejor que durmamos. –dije. -Pero.... -Enserio. Nos levantamos a las siete.
Entonces se incorporó y se quedó mirándome unos segundos. Después levantó mis sábanas, me empujó suavemente y se colocó en mi cama.
-Kiro te he dicho.....-no me dejó terminar.
Me abrazó muy fuerte.
-Siento que lo de hoy se haya fastidiado. Pero....ya habrán mas ocasiones.... -Ya......supongo....
Acercó su cara y me besó.
-Durmamos.-susurró.
En cuanto pisamos Berlín de nuevo, sentí un gran peso. Ahora es cuando comenzaba la verdadera batalla. Verlo todos los días y no poder besarle....Tener que fingir indiferencia.... Solo pensarlo me dolía. Deshicimos las maletas. En cierto modo echaba de menos nuestro piso. Mi habitación. Durante la cena hablamos de todas las cosas que habían pasado, de el concierto en París, de la ciudad. Luego vimos las fotos y los videos. Me fui al PC y edité un par de fotos que había sacado de mi, de Yu y de Kiro. Entré en mi myspace y las colgué. A las fans les encantarían. Me sentí tentado de ir al cuarto de Kiro, pero me dio miedo que nuestro compañero nos descubriese. Así que al final me quede y me dormí. Durante tres días fue imposible quedarnos a solas, y yo no aguantaba las ganas que tenía de sentirlo cerca. Por fin, el viernes por la mañana, Yu quedó con su amigo Romeo. No volvería hasta medio día. Esa era nuestra oportunidad. Puse mi despertador a las nueve de la mañana y en cuanto escuché el sonido de la puerta de la entrada al cerrarse, fui a su habitación. Estaba dormido. Primero me quedé mirándole. Me encantaba. Luego, me acerqué y le acaricié la mejilla. No se despertaba así que probé con algo más atrevido. Introduje mi mano entre sus sábanas hasta alcanzar su pierna y fui dejando deslizar mi mano. Se despertó de golpe.
-¡¿Qué haces?!-gritó. -Eh, eh, eh. Soy yo. -¡Ya lo se! -¿Entonces? Te venía a dar los buenos días. -Es muy pronto. ¿Porqué me despiertas? -Porque Yu no está....Tenemos cinco horas para nosotros solos.... -¿Y? -¿Cómo que y?
Me acerqué y le besé.
-Hazme un sitio.-dije intentando tumbarme a su lado. -¡Aquí no! Puede volver. -No va a volver. Está con Romeo. -Pero.... -Pero nada. Estamos solos....empecé a besarle el cuello y a quitarle la parte de arriba del pijama. -¡No quiero!¡Aparta!-gritó.
Me quedé helado. Me acababa de rechazar. Me había gritado. ¿Qué estaba pasando?¿Era una pesadilla?
Capítulo 15: ***LEYNA***
-¿Qué sucede?-pregunté. -Nada.-contestó levantándose-Me voy a duchar.
Realmente no supe como reaccionar. ¿A que venía ese comportamiento? Salí de su habitación y me puse a ver la tele. Bueno, a fingir que la veía. No paraba de pensar en lo sucedido. Él se encerró en su cuarto hasta la hora de comer. Mientras yo cocinaba, llegaron Yu y Romeo. Lo había invitado. Decidí no hacer nada con respecto al incidente de esa mañana. Fingí indiferencia. Así que hablé animadamente con ellos. Romeo nos propuso ir a ver la actuación de su grupo esa noche. Accedí mas que contento. Allí podría desconectar y desquitarme un poco. Kiro para mí sorpresa, dijo que ya había quedado con otra persona. ¿Con quien había quedado? No me había contado nada. Se levantó para fregar los platos. Yo lo seguí y ajusté la puerta de la cocina tras de mí. Me quedé quieto a su lado. No sabía como comenzar.
-¿Qué quieres? -¿Con quien has quedado? No me has dicho nada... -¿Y porqué debería decírtelo?-contestó.
Fruncí el ceño. No le entendía.
-No se....creí que después de lo que ha pasado.....nosotros..... -No eres mi novio. Dijimos que solo amigos. Así que no estoy obligado a decirte donde o con quien salgo. Puedo hacer lo que quiera.
Se secó las manos y se marchó.
Yo ya no sabía si lo que sentía era rabia, enfado o desilusión. Pero eso me dio mas ganas de salir aquella noche. Mientras me arreglaba, vi que él se estaba poniendo guapísimo. Me carcomía que no fuera por mí, y no saber nada de con quien iba a salir. ¿Una chica quizás? Yu y yo nos marchamos antes que él. El concierto fue genial. Además Romeo me presentó a una amiga. Preciosa y simpática. Cuando terminó la invité a tomar algo y le pareció bien. Hablamos mucho. Me contó que estaba terminando la carrera de estilista. Tenía veinte años y era una chica muy sincera. Me dijo que nuestra música no le atraía demasiado. A mi me hizo gracia y me encantó que me lo dijera. No era un de esas chicas que con tal de quedar bien dicen lo que no piensan. Tomamos un par de copas y después le propuse ir a mi casa.
-Vale, pero sin compromisos. ¿Ok?
¿Qué narices le pasaba a la gente últimamente con los compromisos? En fin, acepté ya que yo tampoco quería conseguir nada mas que pasar un buen rato. Al principio me dio miedo no poder acostarme con ella. No ser capaz, pero si que pude. Leyna, que así se llamaba se quedó a dormir. A las siete de la mañana se levantó y se marchó. No quería tener que encontrarse con ninguno de mis compañeros de piso. Nada más marcharse, Kiro apareció en mi habitación con la cara descompuesta. Enfadado.
-¡¿Qué es lo que haces?!-gritó.
Me quedé perplejo.
-¿Por qué te traes a una tía a casa?
Con los gritos Yu se despertó y vino a ver que pasaba.
-¡El piso es de los tres. No puedes hacer lo que quieras! -Precisamente. También es mío.-dije. -¡No he pegado ojo por culpa vuestra! ¡¿Por qué no vais a un hotel?! -Ei, ei. Yo siempre me he traído chicas a casa y nunca te ha molestado. Es mas, yo soy más escandaloso que Strify. –intervino Yu.-Para una vez que él invita a una amiga. -Pero....Seguro que ni la conocía. -Somos amigos Kiro, no novios.- le devolví la puñalada- ¿Qué te importa eso? Puedo hacer lo que quiera. -Eso tío. Ni que fueras su padre. Déjale que haga lo que quiera.-añadió Yu.
En ese momento agradecí que Yu estuviera allí. Me había ayudado sin darse ni cuenta. Kiro no dijo nada más. Yo me levanté y desayuné. Yu volvió a la cama y Kiro no tengo ni idea. El caso es que Leyna me había gustado mucho. Pensé en llamarla. Me había apuntado su teléfono en una hoja que dejó sobre mi escritorio. Pero cuando fui a buscarlo, ya no estaba. Miré en toda la habitación y no lo hallé. Le pregunté a Yu pero no lo había visto. Fui a preguntarle a Kiro pero estaba en el baño. Así que entré en su cuarto, y para mi sorpresa, encontré ese papel roto y en su papelera. Enfurecí. Pero conseguí controlarme. No debía montar un numerito. Opté por actuar de otra manera. Me senté en el sofá junto a Yu, y Kiro se unió.
-¿Sabes? La chica que estuvo aquí esta noche es la que me presentó Romeo. –le expliqué a Yu. -¿A si? ¡Que suerte tío! Está buenísima. -Si. Y es muy simpática y SINCERA.-recalqué. -Pues vaya putada que hayas perdido el número. Aunque se lo puedo pedir a Romeo.
Kiro nos observaba en silencio.
-No es necesario. Ya lo he encontrado.-aclaré alzando el papel.
Obviamente lo había copiado en una hoja nueva. Los ojos de Kiro se abrieron como platos.
-¿La vas a llamar entonces?-preguntó Yu. -No veo por que no. -Bueno chico, pues suerte, yo me voy que he quedado con Shin.-dijo levantándose. -Claro.
Se fue a arreglar y a los diez minutos se marchó. Yo, todavía en el sofá, cogí el teléfono y marqué el número. Pero Kiro se abalanzó sobre mí, me quitó el teléfono y lo lanzó al suelo.
-No la vas a llamar.-me prohibió.
|