| volví!!
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Capítulo 80: ***CONFIANZA***
Lo primero que me salió fue una risita nerviosa. No podía estar hablando en serio. No. Tenía que estar bromeando. Pero su cara seria no decía lo mismo. Empecé a mirar a mi alrededor buscando la cámara y cuando quise darme cuenta, escuché un “clic”. Miré de nuevo a Marc. Había cogido su móvil y me había echo una foto.
-¿Qué haces? ¿Y la cámara?-pregunté lleno de miedo.
-Tranquilo nenaza. Era mentira. No hay ninguna cámara filmándonos.
-¿Cómo? ¿Y entonces? ¿Por qué me has hecho una foto ahora?
-Te he metido esa mentira para que pongas justo la cara que he fotografiado. Miedo, pánico, nervios. La misma cara que has puesto cuando te la iba a meter. Quería tenerla como “trofeo”. Me he tirado a “Strify, el vocalista de Cinema Bizarre”- fanfarroneó.
-¿Me estás diciendo que solo he sido esto? ¿Un “trofeo”?
-¿Y si lo fueras qué?
-Me…Me sentiría…defraudado…
-¿or? Tú no eres ningún santo. Juegas con Kiro. ¿Por qué no jugar yo contigo? ¿Piensas que estoy enamorado de ti?
-¡No es lo mismo! Y no…Nunca he pensado que me quieras… Yo tenía claro que me ultilizabas para olvidarte de tu “ex”. Pero que me hagas sentir como un simple trofeo…Me duele. Tú…Pensé que no eras malo…solo…uy capullo…
-¡Qué sabrás tú! No me conoces. No puedes decir si soy malo o no. Y si lo soy no es tu problema. No eres mas que un agujero para mí.
-Pero…
-¿No me irás a decir que el que se ha enamorado de mi eres tú no?
-¡No!-grité- Yo quiero a Kiro.
-Pues entonces ¿que leches te preocupa lo que significas para mí. Yo para ti soy solo sexo. Lo mismo que tú para mi? Punto y final. No intentes meterte en mi vida.
-Eres un orgulloso. Por eso no viniste a la fiesta y me mandaste la carta.
-Meeeeeeeg. Error. No fui por que pensé que era mejor que nos acostásemos aquí. En la discoteca habría demasiada gente.
-¿Y si no venía? ¿Estabas esperando a alguien?
-A ti. Sabía que vendrías al leer lo que escribí. Eres tan simple que estaba seguro que morderías el anzuelo. TE estaba esperando.
Me sentí idiota. Claro. Enterré mi cabeza en la almohada y grité de rabia.
-Jajajajajaja. En fin, voy a mear y vuelvo.
Salió del cuarto. Durante diez minutos me quedé pensando en todo lo sucedido. Había sido increíble. Era mejor de lo que había imaginado. Mucho mejor. Pero el que me gustase tanto me hacia sentir peor.
Empecé a sentir ganas de ir al baño. Pero realmente me dolía cierta parte de mi cuerpo. Al final me levanté y me dirigí allí. No había nadie. ¿Dónde estaba Marc?
Después de terminar, volví a la habitación pero tampoco estaba allí.
Me encaminé por el pasillo hacia el comedor ya que escuché ruidos. Marc estaba cogiendo agua de la nevera. Me acerque y me sirvió también a mi.
-Parece que has podido caminar.- esbozó una sonrisa- ¿Estás listo para una segunda ronda?
Me atraganté con el agua.
-Ni en broma. ¿Estas loco? ¿Quieres matarme o que?
-Sería una experiencia nueva. Nunca he matado a nadie haciendo el amor. ¿Me condenaría por asesinato con premeditación? ¿O sería un asesinato involuntario? ¿Lo comprobamos nena?
Me besó.
-No. –me negué.
-Bueno, estoy seguro que si me dejas un segundo con tu amiguita ya verás que rápido me pides que lo hagamos de nuevo….
Intentó poner su mano en mi entrepierna pero me aparté.
De repente se escuchó el sonido de la puerta. Se me paralizó el corazón. Reconocí la voz de Irene, Cris y Shin. ¡Shin! Lancé una mirada de alarma a Marc y este sin dudarlo me hizo agachar. Estábamos detrás de la encimera, el de pie y yo agachado, para que no me vieran. Y encima desnudos. Como nos pillasen no tendría ninguna excusa que dar.
-Hola Marc. –le saludó Cris.
-Hola.-dijo Shin.
-¡Por dios Marc! Cuantas veces te he dicho que en pelotas por casa no. Y menos ahora que mi hermana vive con nosotros. Además Shin no tiene por que encontrarse contigo así.-le regañó Irene.
-Tranquila enana, que Cris ya no es una niña y además estaba solo. Por eso estoy en bolas. En cuanto al bebé de tu lado, luego lo llevas a un psicologo infantil y trauma resuelto. –se burló de Shin.
-Vístete.
-No. Ahora ya me voy a dormir. Por cierto, ¿Qué tal la noche?
-Movidita. –contestó Irene.
-¿Por?
-Pues por que Strify ha desaparecido.
Mierda. Me acordé que no había avisado de que me marchaba. Estarían todos súper nerviosos. Me estaba comportando como un imbecil. Mi situación era patética. Yo desnudo, detrás de la encimera después de haberme acostado con Marc, escondiéndome de Shin, y los demás preocupados por mi desaparición.
-¿A desaparecido? ¿Y eso?-actuó Marc.
-Pues no lo sabemos. Pero…¿No tendrá nada que ver tu nota no? Shin nos ha contado que le diste una carta. ¿Qué le decías? –le interrogó Irene.
-Son cosas privadas.
-¡Marc!-le gritó.
-Vale vale. Pues le decía que me lo quería tirar y esas cosas.
Le pellizqué la pierna cuando escuché que decía eso. ¿Qué le pasaba? ¿Me quería delatar?
Pero me agarró del pelo y tiró. Me tuve que morder la lengua para no gritar.
-No te burles de nosotros que es algo grave. ¿Sabes algo de él? Kiro está preocupado. Bueno, todos lo estamos.
-Si. Se algo de él.
Las cosas iban de mal en peor. Solo faltaba que me señalase y dijese que habíamos estado follando.
-En la carta me metía con él. Como de costumbre. Se enfadó y vino a buscarme. Hemos estado discutiendo y hace como cinco minutos que se ha marchado. Así que no creo que tarde mucho en llegar a su piso.
Definitivamente estaba loco. ¿Cómo iba yo a llegar a casa tan rápido? Es mas, ¿cómo iba a salir de ese piso sin que me vieran?
-¡Estoy cansada! ¡Marc me tienes hasta las narices! De esta no te vas a librar tan fácilmente. Lo tienes amargado. ¡Joder! ¡Te pedí que intentases llevarte bien con los amigos de Shin, o al menos ser educado, pero ni puto caso! ¡Es mi novio y quiero que lo respetes tanto a él como a sus amigos! Si no vas a ser capaz, pues me largo de aquí. Prefiero vivir sola con Cris. Ya me has cansado.- explotó Irene.
La expresión de Marc cambió. Se puso muy serio. Su mirada… ¿Triste?
-No…Enana…. Yo…Te prometo que me comportaré…
-No. Ya no. Me lo has dicho muchas veces.
-Irene…tía va que no es para…-intervino Cris.
-¡Tú cierra la boca!
-Esto…Irene…Que yo hablo con los chicos…no pasa nada…Si no me importa…
-¡Ni se te ocurra continuar por ahí Shin! ¿No ves que sigue insultándote y insultando a tus amigos. ¿Cuándo piensas reaccionar?
La cosa se torcía. Ahora a Shin también le tocaba recibir.
-No…es que…yo…como es tu amigo..No quería…-tartamudeó.
-Y ellos son tus amigos. Por que sea mi amigo no quiere decir que tengas que tragar con todo. ¡Ten un poco de personalidad!
Después se encerró en su cuarto dando un portazo.
No veía la cara de Shinet pero obviamente estaría súper mal.
-Tranqui, es la regla. Que como no le ha bajao pos se pone asi de histérica. No te rayes loco.
-En fin, ¿te vas a quedar mirándome o te piras? –soltó Marc.
-Yo…adiós…
-Espera. Que te acompaño tío. –le dijo Cris.
A los poco segundos Marc me agarró del brazo. Me hizo levantar y corrimos a su cuarto. Me vestí tan rápido como pude y me marché.
Cuando llegué a casa Kiro se me abrazó.
-Joder…¿Cuántas veces te he dicho que me llames en situaciones así? Me haces preocupar demasiado a menudo.
-Lo siento..Estoy bien.
-Perdón. Irene me ha llamado y me ha contado lo que ha hecho Marc. Yo nunca te cría, pero veo que es verdad que te anda molestando… A partir de ahora te creeré todo lo que me digas.
Menudo marronazo… Precisamente ahora que tendría motivos suficientes para desconfiar de mi era cuando Kiro mas me creía. Estaba en un pozo cayendo al vacío.
Se le veía muy cansado. Le había preocupado de verdad. Era una basura. Nos metimos en la cama y se durmió enseguida. Yo empecé a dar vueltas en la cama. Pero a la hora, el timbre empezó a sonar insistente. Me levanté corriendo para que ni yu ni kiro se despertasen. Al abrir me encontré con Shin. O con el fantasma de Shin. Estaba palidísimo, temblando, con la cara descompuesta.
-¿Qué pasa? ¡Shin! ¿Qué te pasa?
-Yo…Yo…papá…yo…
-¿Tú qué? ¿Tu padre? ¿Qué le ha pasado?
-No…yo…Irene…. Voy….a tener…
-¿Me estás intentando decir que Irene está….?
Capítulo 81: ***Shin y Irene*** NO ESTOY PREPARADO
Después de darle la carta a Strify, volví junto a Irene. Al rato Kiro vino hacia nosotros preocupado.
-¿Qué pasa?-me preocupé.
-¿Habéis visto a Strify?
-No. Hace rato que no. ¿Pasa algo?-continué.
-Pues que hace mas de una hora que no le veo….Lo he buscado por todas partes y no aparece.
-Seguro que está fuera.
-No. También he mirado.
-Un momento Shin. Tu has estado antes con él. ¿No?-preguntó Irene.
-¿De que habéis hablado?
-Nada…
-Shin…- insistió ella.
-Nada importante…
-¡Shin! –me miró muy seria.
-Vale, Le di una carta de parte de Marc.
-¿Cómo?
-Si…él me pidió que se la diera…
-¿Tú estás tonto? Sabes como es Marc. Vete tu a saber que le ha dicho.
-¿Para tanto es? Si Marc no es mal tío. –dijo Kiro.
-No digo que sea mal tío. Es como mi hermano, pero precisamente por eso, lo conozco.
-Bueno…es que…-intenté decir.
-¡Es que nada! Vamos casa a ver si él sabe algo de Strify.-me dijo- Tú ve a vuestro piso y espérale allí. Yo te llamo si me entero de algo.-le indicó a Kiro.
-Vale. Gracias.
-De nada.
Me sentía fatal. Yo lo único que quería era caerle bien a los amigos de Irene..Y no hacía mas que meter la pata.
Al llegar nos encontramos con Marc desnudo en la cocina.
-Hola Marc. –le saludó Cris.
-Hola.-dije.
-¡Por dios Marc! Cuantas veces te he dicho que en pelotas por casa no. Y menos ahora que mi hermana vive con nosotros. Además Shin no tiene por que encontrarse contigo así.-le regañó Irene.
-Tranquila enana, que Cris ya no es una niña y además estaba solo. Por eso estoy en bolas. En cuanto al bebé de tu lado, luego lo llevas a un psicólogo infantil y trauma resuelto. –se burló de mi.
-Vístete.
-No. Ahora ya me voy a dormir. Por cierto, ¿Qué tal la noche?
-Movidita. –contestó Irene.
-¿Por?
-Pues por que Strify ha desaparecido.
-¿A desaparecido? ¿Y eso?-inquirió Marc.
-Pues no lo sabemos. Pero…¿No tendrá nada que ver tu nota no? Shin nos ha contado que le diste una carta. ¿Qué le decías? –le interrogó Irene.
-Son cosas privadas.
-¡Marc!-le gritó.
-Vale vale. Pues le decía que me lo quería tirar y esas cosas. –se mofó.
-No te burles de nosotros que es algo grave. ¿Sabes algo de él? Kiro está preocupado. Bueno, todos lo estamos.
-Si. Se algo de él.
-En la carta me metía con él. Como de costumbre. Se enfadó y vino a buscarme. Hemos estado discutiendo y hace como cinco minutos que se ha marchado. Así que no creo que tarde mucho en llegar a su piso.
-¡Estoy cansada! ¡Marc me tienes hasta las narices! De esta no te vas a librar tan fácilmente. Lo tienes amargado. ¡Joder! ¡Te pedí que intentases llevarte bien con los amigos de Shin, o al menos ser educado, pero ni puto caso! ¡Es mi novio y quiero que lo respetes tanto a él como a sus amigos! Si no vas a ser capaz, pues me largo de aquí. Prefiero vivir sola con Cris. Ya me has cansado.- explotó Irene.
Me quedé paralizado. Irene estaba furiosa. Y lo que acababa de decir parecía haber afectado a Marc ya que su expresión cambió por completo. Se quedó muy serio, y con algo extraño en la mirada.
-No…Enana…. Yo…Te prometo que me comportaré…
-No. Ya no. Me lo has dicho muchas veces.
-Irene…tía va que no es para…-intervino Cris.
-¡Tú cierra la boca!
-Esto…Irene…Que yo hablo con los chicos…no pasa nada…Si no me importa…-murmuré.
Quería tranquilizarla. Marc parecía estar dolido. Al fin y al cabo eran como hermanos, y no quería que se peleasen por culpa de mis amigos.
-¡Ni se te ocurra continuar por ahí Shin! ¿No ves que sigue insultándote y insultando a tus amigos. ¿Cuándo piensas reaccionar?
Me callé de golpe. No supe que decir. Tenía razón, pero yo todo lo hacía por ella. Para que viese que intentaba integrarme en su “mundo”. Con su gente. No me importaba que me insultara, solo quería seguir intentando caerle bien a Marc. Tarde o temprano tendría que aceptarme. ¿No?
-No…es que…yo…como es tu amigo..No quería…-tartamudeé.
-Y ellos son tus amigos. Por que sea mi amigo no quiere decir que tengas que tragar con todo. ¡Ten un poco de personalidad!
Después se encerró en su cuarto dando un portazo.
-Tranqui, es la regla. Que como no le ha bajao pos se pone asi de histérica. No te rayes loco.
-En fin, ¿te vas a quedar mirándome o te piras? –soltó Marc.
-Yo…adiós…-me despedí.
-Espera. Que te acompaño tío. –me dijo Cris.
Tenía ganas de ponerme a llorar. Irene nunca me había hablado así. Bueno, no desde que salíamos juntos. Si que tenía carácter, pero jamás me había tratado así. ¿Se estaba cansando de mí? Noté como me temblaba el labio inferior. Siempre me pasaba cuando intentaba aguantarme las ganas de llorar.
-Eh eh. Chaval. ¿estás así por mi hermana? –me preguntó cuando llegamos a la puerta.
-Yo…Bueno…Tiene razón….No tengo personalidad…Es mi culpa…
-¡Que va! Que no es eso. Tú no tienes la culpa. Mira, ¿vamos a dar un paseo y hablamos?-se ofreció.
-Vale.
Era muy buena Cris. A pesar de su carácter fresco y despreocupado, era una gran persona.
Empezamos a caminar, sin mirar a donde. Simplemente por andar.
-Shin, tú eres un buen tío. Mi hermana sa burchao y punto. No tienes por que ponerte así.
-Pero… Quizás es que soy demasiado poco para ella… Soy tímido, nunca me defiendo, hago todo cuanto me dicen..Es normal que se canse…
-No, pero no os iréis a separar ahora que está el retoño en camino. No le puedes hacer esto a Irene. –explicó.
-¿Qué? No te entiendo…
-Pues eso. Que el bebé no tiene la culpa.
-¿Bebé? ¿Quién tiene un bebé? ¿Qué bebé?-seguía sin entender.
-Joer loco. Pos el de Irene.
-¿Irene? ¿Mi Irene? ¿Está….?-no podía ser.
-Si. Está preñá.
-¿Qué está qué?
-Que tío mas lento. Pos preñada, en cinta, con un bombo, la dulce espera…etc…
-¿Cómo?
-Pues tu sabrás. No te hagas el tonto ahora. Los bebes no vienen de París. Algo habrás hecho tú.
Empecé a marearme. No comprendía nada. ¿Irene embarazada? No. No. No me había dicho nada. ¿Desde cuando lo sabía?
-¿Desde cuando…?
-¿Desde cuando lo sé? Pués desde hace una semana. Está de dos meses.
-Pero..pero..ella…no..no me…
-¿No lo sabías? Pues alee Ara ya si. Enga machote. Felicidades. Vas a ser papá.- me dio dos palmaditas en la espalda.- Yo me piro a sobar. Ah, y no le digas na a mi hermana. Si no te lo ha dicho será por algo. Tú espera a que te lo cuente ella. ¿Entendido?
-No..Yo..tengo que hablar con ella…
-Eh eh eh. No jodamos. Yo te he hecho un favor contándotelo. Ara no me delates. Tu ni mu. Si no cuñadito nos vamos a empezar a llevar mu mal mu mal.
Lo que me faltaba. Que la hermana de mi novia también me cogiese manía.
-Vale..no..no diré nada…
Cogí un taxi y me dirigí a mi casa. Pero por el camino, me di cuenta que si me encerraba en mi habitación me volvería loco. ¿Cómo iba a llevar todo eso? Solio tenía dieciocho años. Mi grupo estaba subiendo poco a poco, y hacía poco que tenía novia. No era el momento adecuado para un bebé. Además, yo no me veía como papá. No entonces.
Necesitaba desahogarme con alguien. Y entonces fui a casa de los chicos. Seguramente Strify ya estaría en casa. Si. Con él necesitaba hablar.
Piqué con insistencia al timbre. No aguantaba más. Enseguida me abrió. Se asustó al ver mi cara.
-¿Qué pasa? ¡Shin! ¿Qué te pasa?
-Yo…Yo…papá…yo…
-¿Tú qué? ¿Tu padre? ¿Qué le ha pasado?
-No…yo…Irene…. Voy….a tener…
-¿Me estás intentando decir que Irene está….?
Empecé a ver todo borroso. Me estaba mareando en serio.
-Shin, Shin, tranquilo.
Me sujetó y me ayudó a entrar. Luego me sentó en el sofá, preparó un par de tilas y se sentó junto a mi.
-Cuéntame. ¿Qué pasa? ¿Cómo sabes que Irene está…embarazada?
-Su hermana…Me lo ha contado hace un rato..
-¿Es seguro?
-No se…ella dice que si…Y es su hermana…Ella mejor que nadie lo sabría…Pero es que Irene no me ha dicho nada…¿Por qué?
-No se…A lo mejor…No se ha acordado…-formuló Strify.
-¿Cómo se va a olvidar de decirme que voy a ser papá?
-Si...Tienes razón…Pero tendrá su motivo..
-Claro…Que no confía en mi…Soy un crío… ¿Cómo voy a ser padre? Ella no querrá que sepa nada por que no querrá que me haga cargo…
-Para el carro Shin. No te embales. No sabes nada así que no te m0ontes pelis.
Realmente pensaba eso. ¿Cómo no iba a pensarlo? Irene me iba a dejar. Y encima con un hijo. Además era lógico que estuviese enfadada. Su carrera musical apenas estaba empezando. Y esto significaba que tenía un gran problema. Iba a tener que renunciar a su carrera por mi culpa. ¿Por qué no me fijaría bien? Siempre teníamos cuidado. Pero con lo tonto que era seguro que en algún momento me había despistado.
Sin darme cuenta empecé a hipe ventilarme. Me mareaba de nuevo.
Y sin mas me desmayé. Cuando abrí los ojos Strify me estaba pegando palmaditas en la cara. Me sentía la piel húmeda y noté un fuerte olor a alcohol.
-¿Estás mejor?-preguntó nervioso el pobre Strify.
-Si…-me sequé la cara con la mano.
-Te me has desmayado. Por eso te he pasado alcohol por la cara, para que te despertases…
-Si si…gracias.
-Mira Shin. No te preocupes. Pase lo que pase no estás solo. Nos tienes a nosotros.
-¡Pero yo estoy preparado para ser papá! Si lloro y soy mas débil yo que un bebé!
-Bueno. Pero si tú solo no puedes, aquí hay tres amigos para ayudarte. Lo que tienes que hacer es hablar con ella. Que te aclare las cosas.
-Pero…
-Shin, pasado mañana nos vamos de viaje. Tienes que tener las cosas claras. Así que ya sabes.
-Ya…Strify……
-Dime.
-¿Puedo quedarme a dormir?
-Claro. Duerme en el cuarto de Kiro. Y no te preocupes por nada.
-Muchas gracias…De verdad…
Me abracé a él. No es que estuviese mas tranquilo, pero el hecho de no dormir en mi casa solo me ayudaba. Al día siguiente fui directo a casa de ella. Me abrió Marc la puerta.
-¿No tienes casa?-fue lo primero que me dijo.
-Si…Yo…
-Aparta. –lo empujó ella.
Luego me cogió de la mano y tiró de mi hacia dentro.
Fuimos hasta el comedor.
-Perdóname por lo de ayer.-se disculpó.
Estaba seria, pero seria de preocupada.
-No pasa nada…
-Te hablé fatal. Sabes que soy una bocazas. Cuando me cabreo pues digo cosas que no debería. De verdad perdón.
-Vale. Tranquila.
Le acaricié la cara y la besé.
-Bueno, voy a terminar de arreglarme y luego te acompaño a la discográfica. Que tienes una reunión hoy. ¿No?
-Si.
-Perfecto. No tardaré mucho.
Entró en el baño dejándo la puerta abierta mientras se maquillaba. Yo me senté en el sofá, y ahí me di cuenta de que había un baso lleno de café con leche sin tocar en la mesa.
-¿Es tu desayuno?- dije en un tono alto para que me escuchase.
-Si.
-Se te va a enfriar. Desayuna primero.
-No. No voy a desayunar. No me encuentro muy bien.
Las piernas empezaron a temblarme.
-¿Y…Y eso?
-No es nada. Me sentaría mal la cena de ayer. No te preocupes.
No desayunaba por que tenía el estómago mal.. ¿Sería eso? ¿O era por el embarazo?
-Ya estoy. ¿Vamos?
-Si…si…
Pasó su mano por mi cabeza.
-¿Qué pasa Shinet? Estás sudando. ¿Estás nervioso por algo’
-No..No. Vamos.
No me atreví a preguntarle nada. El resto del día lo pasé observándola de cerca. Me estaba poniendo paranoico, pero cada cosa que hacía mas me convencía de que iba a ser papá. Si… a media tarde, se cayó. Me asusté mucho y corrí a ayudarla.
-Si es que soy una patosa…
-¿Qué pasa? ¿Irene? ¿Estás bien’?
Estaba roja como un tomate. Muerta de vergüenza. ¿Por qué’? Si se había mareado. Era lo mas lógico en su estado. Claro, no quería que yo me enterase.
-Te has mareado…
-No. Me he tropeado.
-No…Te has mareado.
-Shin, sabré yo lo que me ha pasado. Me he tropezado y punto.
-irene..lo se todo…
-¿Qué?
-Qué….
Tenía que decírselo. ¿Pero y si me dejaba? Lo mejor era no mencionar nada. Exacto. Hacer el viaje y a la vuelta tendríamos ambos las ideas mas claras. No tenía por que presionarla. No.
Y no dije nada.
Al día siguiente cogí el avión hacia Italia, dejando en Berlín a mi novia y a mi posible futuro hijo. Dejando la duda que me haría comerme la cabeza hasta la vuelta.
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